Hibernaje piscinas en Granada
El momento de poner nuestra piscina en modo hibernación se acerca: el clima frío ha llegado, y el agua ha descendido por debajo de los 20°C. A continuación, le proporcionamos las distintas formas de llevar a cabo este proceso.
Lona para piscinas
Una opción es cubrir la piscina con una lona de invierno. Si opta por esto, antes de cubrirla, es recomendable realizar una supercloración utilizando tricloro granulado. La cantidad ideal es de aproximadamente 15 gramos por metro cúbico de agua. Ajustaremos el pH del agua, utilizando un reductor de pH o un aumentador según sea necesario. Luego, pondremos en funcionamiento el equipo de filtración durante las horas necesarias para que todo el volumen de la piscina haya pasado a través del filtro. Cepillaremos las paredes, pasaremos el limpiafondos en vaciado, nivelaremos el agua en la piscina y añadiremos un hibernador, preferiblemente líquido o en un flotador que no contenga sulfato de cobre. Pondremos en marcha la filtración hasta que se haya mezclado adecuadamente, luego cubriremos la piscina con la cubierta y detendremos el equipo. Sin embargo, es recomendable programar la bomba para que funcione durante unos 30 minutos al día para evitar que se atasque, o hacerla funcionar intermitentemente de vez en cuando.
En el caso de que no se cubra la piscina, seguiremos un proceso similar en cuanto al tratamiento del agua. Si utilizamos un hibernador líquido, es aconsejable colocar algún trozo de madera o un flotador en la superficie para prevenir las heladas del agua. En caso de utilizar un hibernador sólido que venga en un flotador, este mismo cumplirá con esa función.
Para las piscinas con sistemas de cloración salina, apagaremos el equipo. Es fundamental asegurarnos de que los electrodos de pH y ORP, ubicados en los tubos, estén llenos de agua. En caso contrario, los retiraremos de su lugar y los sumergiremos en un recipiente con agua potable. Esto ayudará a mantener su buen estado durante el período de hibernación.